domingo, 5 de julio de 2015

IMPRUDENCIA DEL MAGRAMA

                         IMPRUDENCIA DEL MAGRAMA



Levamos desde diciembre 2014 manteniendo reuniones con diferentes grupos políticos, entre ellos el PP, hasta en Bruselas,la grabe situación en la que nos encontramos los profesionales en la prevención y extinción de incendios forestales hemos denunciado por activa y por pasiva la precariedad laboral y los recortes presupuestarios que sufre el sector. Hemos advertido que este año iba a ser uno de los años más calurosos en el último decenio. ¿Cual ha sido el resultado? La nefasta gestión por parte del Ministerio responsabilizando directamente a la Ministra de Medio Ambiente, de lo que este verano acontezca. 20 días de retraso en la incorporación de helicópteros para las BRIF, y se ha hecho tarde y de manera poco clara. A las administraciones de las CCAA que aún y así habiendo advertido han hecho caso omiso a los profesionales y a los que vivimos día a día esta situación. Falta por incorporar a día de hoy retenes, vigilantes y auto-bombas al servicio.
Lo que está ocurriendo ahora en la provincia de Zaragoza, es de lo más normal de lo que nos vamos a encontrar este verano. Altas temperaturas, muy baja humedad, acompañando de un año muy seco, más la desaparición de profesionales que podrían cubrir más áreas en prevención y disminuyendo el tiempo de respuesta en primera intervención. 
Estos recortes absurdos, nos va a suponer una cantidad económica desorbitada para paliar los efectos que los incendios forestales dejan mientras y después de su extinción.
Otro año más el gobierno y sus administraciones van a toro pasado. Lo arreglan a toque de Real Decreto de Emergencias y solicitando dinero al Fondo Europeo de Solidaridad, como ya pasó en el 2012, que el ex ministro Arias Cañete solicitó a dicho Fondo 97 millones de euros.
¿Cuando aprenderán a gestionar y a anticiparse a las catástrofes? Cuando se desvinculen los servicios tanto autonómicos como estatales de las decisiones políticas y dejen a los profesionales gestionar las emergencias. Este año no nos temblará el pulso en señalar y culpar a los responsables de las administraciones, por que advertidos quedaron.